domingo, septiembre 16, 2007

LA DIOSA OCAÑA

LA DIOSA OCAÑA: Varios Textos.


Ocaña paseando por Las Ramblas de Barcelona entre Nazario y Camilo.

1. "Personaje y artista".

José Pérez Ocaña nació en Cantillana, un pueblo sevillano, allá por 1947. Desde pequeño no puso ningun impedimento a su homosexualidad mostrandose claramente como él era. Corrían años díficiles en general para España, pero especialmente duros en el entorno rural de Andalucía, por lo que tuvo que trabajar en el campo desde muy temprano. Más tarde, rondando la veintena cogería por primera vez una brocha, pero de las que llamamos aqui "gorda", porque empezó con su tio a trabajar pintando (blanqueando como decimos aquí) paredes.
El joven Ocaña fue siempre muy observador, le encantaba todo aquello que tenía un protocolo y una imagen grandilocuente. Le fascinaban de esta manera los entierros a la antigua usanza, los velatorios de plañideras, las reuniones de viudas o de "viejas del pueblo" como él las llamaba. La primavera era una de sus épocas favoritas, tenía una gran afición por las flores, por los coloridos, por las luces, por los cuerpos desnudos, por el aire... llegaba el verano y venían sus días grandes cuando el 25 de agosto su pueblo celebraba las fiestas de la Asunción Gloriosa.
El teatro fue otra de sus grandes pasiones, admiraba la obra de Lorca y los hermanos Alvárez Quintero;se extasiaba observando con minuciosidad las interpretaciones de su hermana mayor en un grupo de teatro local. También siendo jovencito empezó a pintar, sin ningun tipo de formación, sólo por placer y por dar rienda suelta y libertad al volcán creativo que tenía en su interior.
En 1970 cansado de la hipocresía social que encontró en sus entorno, buscando libertad y queriendo ampliar su actividad como artista marcha a Barcelona. Allí alternó su trabajo de pintor de paredes con su labor artística. Fueron años muy duro, pero por su personalidad pronto fue muy conocido. Organizó varias exposiciones, pero él no sólo fue pintor. Además organizaba lo que el denominaba "teatrillos", él se autodefinía como teatreo. Solía salir travestido y hacer actuaciones escandalosas llenas de folclóre con un puntito transgresor. Así hacía paseos por Las Ramblas, por la Plaza Real (donde residía), procesiones, cantaba por Juanita Reina, etc....
Fue su época dorada junto a los artistas Camilo y Nazario, los tres paisanos que se marcharon un día hacia Barcelona para despertar a golpe de pintura, abanicos y maquillaje a un país que todavía seguía inmerso en un letargo en blanco y negro, herencia del duro régimen anterior. Sus manifestaciones y desnudos integrales en plena calle le causaron grandes problemas, que él sabía sacar su parte rentable. Por escándalo público fue encarcelado en torno a 1976, este hecho motivó una de las primeras manifestaciones a favor de los derechos de gays y lesbianas, protestando en contra de su arrestro.
En 1983 un accidente en su pueblo natal le provocó la muerte. La versión oficial cuenta que en una fiesta infantil una de las bengalas que llevaba su traje de Sol prendió su disfraz, ocasionandole graves quemaduras que le condujeron a la muerte poco tiempo después. Hay otra versión según la cual, Ocaña iba vestido de Dama de las Camelias y fue un niño quien le arrojó una bengala.... Sea como sea, murió demasiado joven, entrando por la puerta grande en el mundo de los mitos. Su pintura es su ambiente, es él mismo. Las calles y el entorno popular de Cantillana, los cementerios, las viudas, los monaguillos, las flores, mujeres andaluzas, sus vírgenes, especialmente la Asunción Gloriosa y la Divina Pastora que colgaba sobre su cama y que veremos proximamente. "La Ocaña" fue un humanista, un filosofo y un antropólogo cuya teoría y visión de la vida queda reflejada en cada uno de sus cuadros.
2. "La Religión como fetiche".

"La Asunción Gloriosa".
La presencia y devoción mariana está muy inculcada en la idiosincrasia de muchos pueblos de la provincia de Sevilla. En muchos de ellos, la devoción a una determinada advocación mariana te identifica con un grupo social y te diferencia del resto. Son los llamados "piques", el pueblo divido entre dos vírgenes fundamentalmente. Además, es muy tradicional que la Virgen sea tratada como un familiar cualquiera, más que como una divinidad, devinculándose así a veces de lo que representa. De este modo, se puede no ser cristiano, pero vincularse a una Virgen.
Este caso se da en Cantillana, el pueblo natal de José Pérez Ocaña a quien le dedicamos el fotolog de manera excepcional estos días. En Cantillana hay dos devociones especialmente marcadas y presentes, por supuesto rivanlizando entre ellas, por un lado está la Asunción Gloriosa y por el otro la Divina Pastora. En Sevilla algunos grupos de homosexuales siempre se han sentido muy atraidos e identificados por todo el folclore que la tradición mariana despierta y la Ocaña no se reprimió.
Aunque desde muy joven empezó a detestar la Iglesia y a no creer en sus mensajes, no pudo, ni quiso desprenderse de su cultura, de todos los valores etnológicos que le rodearon y marcaron su infancia. Sus cuadros representan su visión de la vida y su personalidad y por ello, la Virgen será una de las principales protagonistas de su obra. Como él mismo confesaba, son "fetiches".La Ocaña pertenecía al "bando" asuncionista, es decir, los que son devotos de la Asunción Gloriosa, a la Virgen le gritaba numerosos piropos tal y como lo hacían los homosexuales y las mujeres del pueblo. Él defendía estas procesiones y festividades y atacaba a todo aquel que las considerase trasnochadas y retardatarias. Para él tenían un alto componente estético y artístico, siendo una prueba y una manifestación de la cultura y la forma de ser del pueblo. Las procesiones y las Vírgenes sevillanas tenían para él colorido , arte y alegría, lo indispensable para que despertase su atención.
Por todo ello, era justo comenzar poniendo esta pintura que representa la Asunción Gloriosa de María, rodeada de ángeles y con el pueblo de Cantillana y la iglesia parroquial de la que es titular al fondo. La obra es muy representativa de su estilo naif, recordemos que no tenía grandes pretensiones artísticas ni formación, solo buscaba obtener placer pintando y dar rienda suelta a su creatividad. Otros cuadros de esta temática son la Divina Pastora que tenía colgada sobre su cama o la Virgen de Montserrat, actualmente expuesta en la Abadía de Montserrat.
3. "Ejemplo de Trasngresión y Lucha".


Ocaña era un artista completo, encarnando el ideal humanista del Renacimiento, pero en una versión del underground del siglo XX. Su tratado filosófico no estaba escrito, sino pintado. Su obra refleja su mundo, su cultura, su formación, su cotidianidad; en definitiva, su visión particular de la vida.

Este dibujo es una prueba de ello. Dentro de la producción pictórica de Ocaña encontramos algunas obras que reflexionan sobre la represión. Todo lo que sonaba a prohibición y censura a Ocaña le producía aborrecimiento y suponía lo justo y necesario para que él hiciese todo lo contrario. La represión la sufrió desde pequeño, en su pueblo de Cantillana por parte de una sociedad rural de mentalidad conservadora y tradicional, de la Iglesia presente en su colegio..., pero él siempre estuvo por encima.

Cuando llegó a Barcelona su libertad se amplió muchísimo más, pero la represión estaba ahí. Aún el país estaba inmerso en una dictadura difícil que agonizaba y que una vez muerta dejó su herencia en la forma de pensar de muchos y en normas tan llamativas como la Ley de Peligrosidad Social. En estos años Ocaña deja muchísimas pruebas de su personalidad libre. En varias ocasiones se desnudaba por la calle, en lo alto de cualquier furgoneta, se travestía y salía a la calle, como vimos hace dos días.

La noche del 25 de Julio de 1978 Ocaña se presentó con su particular imagen en la Verbena de San Jaime de Barcelona, montando uno de sus "teatrillos". Su asistencia no fue bien vista por algunos, siendo detenido por la policía porque su "show de travestismo" era todo un escándalo público. Además de él, también arrestaron a sus amigos y acompañantes, como Nazario y José.

La noticia se extendió con celeridad aquella noche, ya Ocaña era muy conocido. Así que de manera espontánea los miembros del Front D'alliberament Gai de Catalunya organizaron una manifestación que partió desde Las Ramblas hasta la Plaza Real. Acudió un notable número de personas pidiendo el final de la represión que sufrían los gays y lesbianas, así como la liberación inmediata de Ocaña y sus compañeros. No podía ser de otra forma, la manifestación fue disuelta violentamente por la policía urbana, ocupando de este modo un gran espacio en la prensa del día siguiente. Por ejemplo, desde El País se aprovechaba la noticia para animar a otras organizaciones para que se declarasen a favor de Ocaña y sus amigos.

Finalmente, el 29 de julio fue puesto en libertad junto a sus amigos sin fianza, hecho que aprovecharon los del Front D'alliberament Gai de Catalunya para protestar por la "represión continua y solapada que se ejerce sobre los homosexuales".El dibujo de Ocaña refleja uno de esos momentos. Un personaje que puede identificarse perfectamente con él, siendo castigado por la Policía. Como dije anteriormente, el tema de la represión será una constante en su producción. También veremos a muchas prostitutas en la cárcel o siendo maltratadas por la policía. Ocaña tenía absoluta veneración por este tipo de mujeres, a las que llamaba "vírgenes de carne".

4. "Amigo de Nazario".

Con Nazario en la exposición "La Muerte del Underground", Galería Brossolí de Barcelona.

Una tarde de 1974 Nazario y su amiga Josette acuden al barcelonés Café de la Ópera, situado en plenas Ramblas, frente al Liceo (el mismo café donde Ocaña canta "Yo soy esa" en la película de Pons). Esta tarde a través de esta amiga Nazario conoce a Ocaña y Camilo, iniciando una amistad tan profunda que a pesar de la ausencia de Ocaña sigue vigente en la actualidad.

Ocaña y Nazario, ambos supieron conectar desde el primer momento. Los dos pintores y artistas, los dos de origen sevillano, el primero de Cantillana y el segundo de Castilleja del Campo, los dos homosexuales y los dos libres y rompedores. Las fiestas se sucedieron para ellos durante los últimos años de los 70. Paseaban por la Plaza Real, de ahí al Café de la Ópera y luego a recorrer Las Ramblas vestidas de gitana, "haciendo patria".

Los primeros años de democracia estuvieron marcados por multitud de actos celebrados por partidos y grupos comunistas que Ocaña y Nazario no dejaron pasar. Entre el 22 y 25 de julio de 1977 se celebraron las Jornadas Libertarias en el Parque Güell. Ellos no esperaron y actuaron la primera noche. Nazario, Ocaña y Camilo junto a otros amigos se subieron al escenario travestidos, aunque al poco tiempo terminaron completamente desnudos, rompiendo y desgarrando sus ropas que después arrojaban al público. El desmadre llega a su culmen cuando Ocaña, completamente desnudo, se mea sobre el público, provocando una reacción que se pueden imaginar. Durante las noches sucesivas los organizadores intentaron vetarlos de todas las maneras, pero al final acaban encima del escenario repitiendo numerito. El acontecimiento también puede verse en la película de Pons, que fue rodada pocos meses después. En ella aparece muy poco Nazario, porque sorprendentemente es muy tímido para este tipo de cosas; eso cuando no estaba borracho claro.

Un año después, el 25 de Julio de 1978, tal y como les conté ayer, fueron detenidos por la policía urbana en la verbena de San Jaime. Aquella noche Nazario iba travestido con un traje de la cantante Salomé, regalo de Ocaña, quien iba vestido de viejecita (hay un dibujo de Ocaña que representa esta escena). Terminaron en la comisaría recibiendo una paliza y luego en la cárcel, donde conocieron a miembros de Els Joglars y a un montón de gays.

En 1983 el novio de Nazario, Alejandro decide acompañar a Ocaña a Cantillana. Habían preparado unas fiestas y Ocaña tenía pensado un disfraz, el mismo que saldría ardiendo aquel desgraciado día provocándole las graves quemaduras que le llevaron a la muerte. Su desaparición marcó el final de una época y el principio de otra, la Plaza Real de Barcelona y Las Ramblas siguen siendo maravillosas, pero no son las mismas que las de Ocaña... igualmente Nazario. Él sintió muchísimo su pérdida y a partir de entonces se le ve un cierto cambio, se hace más reflexivo y eso se nota en su obra.

A los pocos meses de esta tragedia Paloma Chamorro, no podía ser de otra forma, homenajea a Ocaña en "La Edad de Oro". Acudieron Nazario y Camilo que lo recordaron con su particular estilo. Nazario le ha dedicado muchas pinturas a Ocaña. Unos bodegones maravillosos o vistas de la Plaza Real, donde siempre hay un detallito que le recuerda. Otro homenaje fue celebrado un año después de su muerte. Ocurrió en la Plaza Real y acudió mucha gente disfrazada que no pararon de bailar, Nazario y Alejandro hicieron acto de presencia vestidos de torero. Pocos meses después, Nazario lleva a la pintura el sueño que le confesó a Paloma Chamorro. El resultado fue "La Asunción Gloriosa de Ocaña al Reino de los Chulos".

5. "La Muerte, el teatro que no quiso perderse".

La forma de entender la muerte en los pueblos ha propiciado el nacimiento de una serie de tradiciones y costumbres que se manifiestan en un protocolo de actuaciones que deben seguirse cuando ésta llega. Era muy típico hace años costumbres como las plañideras, mujeres que iban a llorarle al cadáver, el velatorio o los entierros, donde se seguían unas pautas de comportamiento muy marcadas y fijadas por la tradición, que marcaban buena parte de la idiosincrasia y la cultura del pueblo.

A Ocaña le llamaba la atención todo esto y supo sacar su esencia popular y antropológica y transportarla a su pintura. Se sentía atraído por la estética de los cementerios antiguos, de las ceremonias de enterramientos de hace años, porque ese protocolo en su esencia no era más que un teatro, el pueblo según su situación adoptaba un determinado papel o rol que debía cumplir. Esto a Ocaña le fascinaba.

Los cementerios, los enterramientos, las plañideras, velatorios y las viudas de su pueblo Cantillana, quedarán plasmados en muchas de sus pinturas, constituyéndose la muerte y su entorno como una de las temáticas básicas a lo largo de su producción artística. La muerte además estaría presente en sus "teatrillos", lo que hoy llamaríamos Performances. En multitud de ocasiones representará dramas relacionados con trágicas y desgarradas muertes propias del teatro lorquiano.

6. "Beatificación después de la muerte".

La Gloriosa Asunción de Ocaña al Reino de los Chulos. Nazario

Hoy Ocaña es uno de los artistas más valorados por la crítica especializada y por el mercado del arte contemporáneo, donde sus obras alcanzan un elevado valor. Han sido varios los homenajes y exposiciones antológicas las celebradas en su honor y recuerdo, incluso una calle de su localidad natal, Cantillana, está dedicada a su persona.

... Ocaña, fuego infinito ...

En Youtube pueden ver los siguientes videos:

Video Homenaje a Ocaña: http://es.youtube.com/watch?v=naoFo-s4ktI

Paseo por las Ramblas: http://es.youtube.com/watch?v=kqX_sW94J6w

Teatro: http://es.youtube.com/watch?v=gbyOAvIzKoM

Publicado en http://www.fotolog.com/falsascostumbres


domingo, marzo 04, 2007

La que no tenga un palacio, que no tenga un Costus.

"Cartel de la Exposición"

A finales de 1981 la primera Piedad de Costus llegaba a Jérez dentro del proyecto “ANDANA: Pintores andaluces que viven fuera de Andalucía”. Años más tarde, en 1997, el Claustro de Santo Domingo albergó la exposición “Costus: pinturas y esculturas en colecciones andaluzas”. Una década después, su obra visita de nuevo Jerez agrupada en un representativo recorrido por sus series bajo el título “Costus: del Chochonismo Ilustrado a la Serie Andaluza”.

Alcázar de Jerez.

La que no tenga un palacio, que no tenga un Costus”. Se cumplió esta frase con la que Enrique callaba los insistentes consejos de Capi para que pintasen sobre formatos más pequeños y así hacerlos más comerciales. El 3 de marzo de 2007 las grandes puertas de un palacio de origen almohade, el Alcázar de Jerez, se abrieron para acoger durante un mes sus pinturas. Y ellos lo sabían.

Hay quienes dicen que nadie muere hasta que fallece la última persona que le conoció. Y es verdad. Más allá de una muestra de arte contemporáneo, más allá de una pequeña retrospectiva de Costus, más allá de un homenaje a Juan y a Enrique, la inauguración de la exposición “COSTUS: DEL CHOCHONISMO ILUSTRADO A LA SERIE ANDALUZA” fue toda una exaltación de la amistad. Allí estaban y se reunieron una vez más parte de su familia y sus íntimos. Desde Olvido a Eugenia Suñer, pasando por Txomin Salazar, Manolo Cáceres, Capi, etc. Con muchos de ellos tuve la oportunidad de recordarlos, unos me comentaron anéctodas divertidísimas sobre ellos, al mismo tiempo que Olvido confesaba que no “olvidaría” nunca su estancia en las playas de los Caños de Meca, mientras pasábamos a ver el “Muchacho de Sanlúcar”. Juan y Enrique estaban presentes, en ningún momento se les recordó porque no es necesario recordar a quienes están entre nosotros; por un instante parecía que habían ido al baño y en cinco minutos volvían. Todos hablábamos de ellos en presente.

Ricardo Carrero, comisario de la exposición, con amigos de Costus.

El acto comenzó a las 12:00 h. con la típica rueda de prensa e introducción, Ricardo Carrero presentó la exposición a la que tanto tiempo y esfuerzo ha dedicado. Por último, Olvido recordó el perfil humano de la pareja. De su discurso he extraído la cita que le da título a este pequeño artículo.

Subimos las escaleras y allí nos reciben Juan y Enrique, con Zorba y Tula en brazos, inmortalizados por Paco Navarro. En la primera sala “La Marina te llama”, todas las Marinas, una frente a la otra, con sus amplias sonrisas, más bellas, radiantes y altivas que nunca. Entre ellas un regalo de la “arqueología artística contemporánea”, el silueteado de Lola Flores que Enrique Naya pintó para su “Arquitectura Nacional y otros Monumentos”. La Faraona llegaba a casa…

Olvido y Mario Vaquerizo.

No podía ser de otra forma, Los Chulos en el cuarto oscuro, irradiando su fluorescente y potente luz, como me dijo hace tiempo Ricardo “se pasan de modernos 20 años más”.Tras saludar a “La Macarena de a diario”, la misma que daba la bienvenida a los visitantes de la Palma,14, se pasaba a una de las salas más intimistas. Allí encontrábamos artículos diseñados por ellos, objetos personales, gafas, bisutería, posters, carteles, etc. En otra sala algunos de sus famosos retratos como los de su querida Eugenia y Gema Suñer, Sara Montiel friendo el huevo de su pernicioso régimen, Juan inmortalizado junto a Lala en el “Despertar de Quetzalcoalt”... Casi como un éxtasis místico es dejarse llevar por el vivo y rico colorido de las pinturas mexicanas y egipcias. Al final del pasillo, el Mar y su cultura milenaria hecha pintura: “La Andalucía de Séneca”, representada por “Casa de Pilatos”, “Caños de Meca”, “Chico de Sanlúcar” y “Pareja en el arco”.

Julio Pérez Manzanares, historiador de arte y especialista en Costus.

Mientras uno se rodea de su obra pierde completamente la noción de su entorno, del tiempo, de la gente… Costus logran con sus pinturas sumergir al espectador, envolverlo y trasladarlo, de tal forma que te das cuenta de la realidad cuando terminas de ver el último cuadro y exclamas ¡¿ya?!... y es que siempre, siempre, queremos más de ellos. Afortunadamente había una sorpresa deliciosa en forma de conferencia por parte Julio Pérez Manzanares, el mejor conocedor de toda su obra. El chico habló de Costus y su obra de una forma amena, amistosa, cercana y tan emotiva que Olvido no pudo reprimir algunas lágrimas.

Si la noche del 13 de octubre de 1981 había luna llena para recibir “El Chochonismo Ilustrado”, en Jerez el sol con su fuerza y luz nos adelantó ese día la primavera para dar la bienvenida a su obra.


Exposición. "COSTUS: DEL CHOCHONISMO ILUSTRADO A LA SERIE ANDALUZA". Hasta el 30 de Marzo de 2007. Alcázar de Jerez de la Frontera (Cádiz). http://www.costus.es

domingo, enero 07, 2007

CON LOS TACONES DE MAMÁ: Historia del Travestismo y Transformismo.

"Hércules en la corte de la Reina Onfalia".

"La mujer no llevará vestido de hombre, ni el hombe vestido de mujer,
porque Dios aborrece al que hace tal cosa"

Deuteronomio 22,5.


Travestismo y Transformismo términos muy similares, que a veces confundimos. Ambas prácticas comparten un mismo hecho, vestirse y tomar actitudes propias del sexo contrario, pero difieren en el sentimiento. Digamos que el Transformismo es más frío, la persona se “transforma”, se maquilla, se viste, pero una vez que todo ello se elimina, se vuelve a la cotidianidad. En el Travestismo quizás haya una implicación sentimental más profunda, hay un intento, prologando o limitado, de sentirse mujer u hombre.

La palabra Travestismo nace en 1910 de manos del investigador Magnus Hirschfeld en su obra “Conductas sexuales humanas”. Claro que este médico alemán entendió el acto de vestirse con ropas del sexo contrario como una perversión clínica. Mucho se ha adelantado y corregido de estas palabras. Personalmente creo que podríamos eliminar cualquier tópico o circunstancias que se le suelen atribuir. Hay tantos y tan variados ejemplos de travestís, que muchos se escapan de los límites que impone cada definición.

Pero no hubo que esperar hasta 1910 para hablar de travestismo, anteriormente se usaba el término eonismo. Con esta expresión se definía aquella persona que adoptaba los roles del sexo opuesto, aunque se le daban matices sexuales. La palabra en cuestión proviene de D’Eon de Beaumont, al que más adelante le dedicaremos unas frases.

A lo largo de la Historia el travestismo ha sido una práctica repetida constantemente en todos los ámbitos. Tanto por hombres, como por mujeres, siendo más famosos los casos de hombres que visten de mujer que al revés. Célebres nombres de personajes históricos y hazañas quedarían incompletos sino hablamos del fuerte componente travesti, valga para ello el caso de Juana de Arco.

Las primeras noticias sobre travestís nos llegan desde la Antigüedad. Se conservan muchísimos vasos cerámicos decorados con figuras y escenas que narran este tipo de prácticas.

Una de las primeras historias conocidas nos la cuenta Hesiodo en su obra “Los trabajos y los días”, donde narra una de las versiones de la vida de Tiresia. Un día estando en el bosque el muchacho observa dos serpientes copulando y decide matar a la hembra. Como castigo divino, quedó convertido en mujer repentinamente. Tiresia comenzó entonces a vivir y ejercer como mujer, sexo incluido, hasta que una tarde observa de nuevo a dos reptiles copulando. Tiresia opta ahora por matar al macho y recuperó su género primigenio. Zeus que discutía con Hera sobre si el hombre disfrutaba más del sexo que las mujeres, mandó llamar a Tiresia para que resolviese el debate. La respuesta fue muy clara: la mujer es la que más disfruta. Estas palabras causaron tal malestar en Hera, que montó en cólera y le arrancó los ojos. Finalmente Zeus arrepentido le concedió el don de la clarividencia. Quizás en este caso estemos hablando más de Transexualidad que de Travestismo.

Pero no sólo era éste el único episodio de travestismo en la mitología clásica. El héroe Hércules, considerado el ideal masculino, también tiene un momento travesti. Cuando Hércules es vendido como esclavo a la Reina Onfalia surge una historia de amor entre ellos que sería conocida porque ambos invierten sus roles. La reina se viste con la piel del león de Nemea, mientras Hércules vestido de mujer, trenzas incluidas, se pasaba los días hilando con una rueca.

Otro héroe, Aquiles, también tuvo su pequeño momento travestido. Alertada por el Oráculo de Delfos de que su hijo moriría en Troya, Tetis decide disfrazarlo de doncella y esconderlo en la corte del Rey Licomedes en Esciros. Su nombre ficticio fue Pirra (“pelirroja”). Allí fue descubierto cuando ante el ofrecimiento de joyas y armas por parte de Ulises, disfrazado de mercader, éste opta por lo segundo.

Ovidio en sus “Metamorfosis” cuenta el mito de Ifis. La extrema pobreza en la que vivían sus progenitores obligó a su padre Ligdo a tomar una drástica decisión: no podrían mantener a una hija, si no nacía varón tendría que matarlo. Teteusa, su desesperada madre, pide la intercesión de Isis, quien se aparece como matrona y le ordena que cuidase a su futuro hijo, con absoluta independencia del sexo al que pertenezca. Finalmente nace una niña, pero su madre la hace pasar como hombre a lo largo de toda su vida. Su padre Ligdo jamás dudó el sexo de su hijo, a quien le impuso el nombre de Ifis en honor a su abuelo. Con los años, Ifis comenzó una relación con la joven Yanta, a la que abandona porque era consciente de que aquella relación era imposible, puesto que era mujer. Madre e hija acuden al templo de Isis a implorar clemencia. Se aparece de nuevo la diosa Isis y finalmente Ifis sale del templo convertido en varón.

Como toda costumbre griega fue continuada en Roma, pero de una forma más intimista. De todas formas el travestismo fue algo muy común y frecuente en el mundo del teatro.

Con la llegada de la religión católica se supone que llega el final de todo esto, pero no. La religión que hoy señala con el dedo y acusa a todo aquel que se traviste, cuenta en su lista hagiográfica con varias travestís.

Desde los primeros tiempos, desde sus inicios muchos Santos se encargaron de hablar sobre travestismo y acusar, aunque aquí no se hacen distinciones entre travestismo y transexualidad. Esto podemos verlo claramente en el Evangelio de San Mateo, donde se escribe “Eunucos que se hicieron tales a sí mismo por el Reino de los Cielos”. Entendemos por Eunuco un hombre castrado, que al sufrir la pérdida de sus genitales se iniciaba en él un proceso de feminización, era una consecuencia hormonal. Más tarde Freud hablaría de esto cuando teoriza sobre lo que denominó “Complejo de Castración”.
San Jerónimo insistiría en la misma idea. De sus Cartas podemos extraer citas tan claras como: “Otras se visten de hombres, cambian la indumentaria, se avergüenzan de ser de lo que nacieron, se cortan los cabellos y alzan, con impudor, la apariencia de un hombre”. También San Ambrosio sentenciaba en otra de sus Cartas: “Lo que la propia naturaleza aborrece tiene que ser inapropiado. La naturaleza viste a cada sexo con la indumentaria adecuada”.

Pero una cosa fue la teoría y otra la práctica. La tradición de santas travestís se ha venido repitiendo a lo largo de los siglos. Santiago de la Vorágine en su “Leyenda Dorada” relata alguna de sus vidas. Normalmente estas biografías están señaladas por una línea común. Se trata de mujeres que deben sufrir el martirio de adoptar el papel de hombres para llevar a la práctica aquello que consideraban justo.
Uno de estos primero nombres es el de Santa Tecla que tuvo que vestirse de hombre para acompañar a San Pablo en su misión evangelizadora. Santa Perpetua fue otra travesti, aunque en este caso hablamos solo de un sueño que tuvo en el que aparecía como un hombre luchando en el anfiteatro contra las fieras. La historia de Santa Pelagia es muy significativa. La mujer pasó su vida vestida como un ermitaño y con su nombre en masculino, Pelagio, hasta que a su muerte descubrieron que era una mujer. Esta misma historia es repetida en vidas de otras santas como Santa Marina, Santa Margarita, Santa Eugenia, etc.

Estas historias de santas travestidas siempre han gozado de un enorme interés por parte de los historiadores que desde el siglo XIX han venido divagando sobre ellas. Se ha pensado incluso que el origen de la devoción a santas travestís está en el culto pagano de los Afroditos de Chipe, en los que mujeres travestidas eran sacrificadas, mientras que los hombres lo adoraban vestidos de mujeres. Esta idea fue muy difundida hasta hace poco. Otros historiadores atribuyen el éxito de estas historias a que su mensaje pregona la asexualidad considerada ideal por el cristianismo.

La vida de la Monja Alférez, es decir, Catalina de Erauso constituye un ejemplo excepcional. Fue una monja con una actitud muy viril, que le llevó a colgar los hábitos y huir de la tranquilidad propia de un convento. Catalina llegó a simular e intentar ocultar sus atributos femeninos para convertirse en soldado de espada. Se vistió como un hombre y se comportó como tal. De esta forma inició muchísimos viajes hasta que llega a las Indias, donde participó en numerosas batallas de la conquista. Su carácter luchador, valiente y su audacia con la espada le dieron una enorme fama, por lo que le fue concedido el título de Alférez. Catalina vivía así bajo un nombre masculino, siempre metida en peleas y como soldado que era no perdía oportunidad para coquetear con mujeres. En una ocasión actuó como padrino de un amigo durante el duelo de éste con otro. Su amigo resultó gravemente herido, Catalina decide intervenir dándole muerte a su rival, quien moribundo afirmó que verdaderamente era una mujer y es que éste no era otro que su hermano. Su afición por las peleas y disputas la llevó a ser detenida, decide entonces pedir clemencia al obispo Agustín de Carvajal, a quien le confiesa su verdadero sexo. Escandalizado por la historia, ordenó a un grupo de matronas que la examinasen, llegando a la conclusión de que verdaderamente se trataba de una mujer y que permanecía aún virgen. Su caso llegó hasta la corte y Felipe IV la recibió con grandes honores, la bautizó como la Monja Alférez y la autorizó para que siguiese utilizando nombre de varón. Más tarde viajó a Roma, donde el Papa Urbano VIII le concedió el permiso de vestir como hombre.

Como toda gran historia, la de Catalina de Erauso tiene sus antecedentes. El más evidente es la biografía de Juana de Arco. Anterior incluso es la vida de María Pérez “la Varona”. Se trata de una mujer que en el siglo XII no tuvo reparos en vestir y adoptar el papel de un hombre para formar parte de las filas militares en plena reconquista. Su importante labor en defensa de la fé cristiana la llevó a ser muy reconocida.
Pero estamos ante casos excepcionales. Las prácticas travestís jamás eran expuestas públicamente y se reservaban al ámbito privado y más íntimo, por ello apenas poseemos noticias de la Edad Media y Moderna. Si sabemos que fiestas como los Carnavales se convertían en la excusa perfecta para travestirse. Además el teatro era otro trampolín ideal, sobretodo en época barroca.

Muy frecuente fue en Francia, Gran Bretaña o Italia representaciones teatrales con actores y actrices travestidos. El carácter cómico que adquiría este tipo de actuaciones le otorgó una enorme fama, sobretodo si era un actor quien se travestía de mujer. Tal éxito llegó a obtener que en Gran Bretaña se llegó a imponer un término propio para estos actores, “travesty”. Era una especialización dramática que obligaba a sumergirse completamente en el papel del sexo contrario. Los actores hacían de mujeres y viceversa. Se llegó a tal perfeccionamiento que el público no sabía distinguir el verdadero sexo de los intérpretes. De aquí surgió Madame Vestris, una de las más famosas, conocida como “la Reina Travestí”.

En la otra parte del mundo, en Oriente, el Kabuki causaba furor durante los primeros años del siglo XVII. Se trata de una forma de teatro tradicional japonés. Era una mezcla entre teatro y danza donde las jóvenes mujeres interpretaban, a veces con tintes cómicos, escenas de la vida cotidiana. El escándalo surgió con el ambiente de prostitución y violencia que lo rodeaba. Por tal motivo en 1629 las mujeres fueron expulsadas, sustituyéndose por actores masculinos que se ataviaban de mujeres. Con ello el Kabuki experimentó una evolución: el drama ganó más protagonismo en detrimento de la danza, su éxito comenzaba a crecer. Las escenas eran de tintes obscenos. Lejos de terminar con la prostitución, ésta adquirió un auge insospechado. Eran muchos los hombres que tras terminar la función requerían los servicios de cualquier jovencito, hasta el punto de producirse importantes enfrentamientos por hacerse con los favores sexuales de un determinado actor. Finalmente en 1653 se decide suspender estas prácticas.

Carlo Brochi nació en Italia a principios del siglo XVIII. Durante su infancia destacó por su hermosa voz, idónea para la ópera. Ello motivó que fuese castrado siendo niño para preservar así su maravillosa voz. Fue educado y se formó en los mejores centros de la época. Bajo el nombre artístico de Farinelli se convirtió en uno de los mejores intérpretes de la historia de la ópera. Su hermosa voz le permitió además especializarse en la interpretación de papeles femeninos, por lo que era frecuente verlo travestido. Así es representado en algunos grabados de la época.

En la Francia del siglo XVIII, justo antes de la Revolución, tiene lugar uno de los casos más famosos de la Historia. D’Eon de Beaumont fue un joven que decidió vestirse de mujer y de hombre para investigar las causas de la misteriosa muerte de su hermana. Esta actitud ambigua fue propia a lo largo de toda su vida, llegando incluso a mantener relaciones sexuales con ambos sexos. Nunca llegó a saberse si realmente se trataba de una mujer o de un hombre.

El siglo XIX llega con nuevos espectáculos y lugares de fiestas muy vinculados con el travestismo, que en esta centuria quedará estrechamente unido al mundo del arte, teatro y música. La literatura seguirá encontrando en los travestís una fuente de inspiración única.

En 1868 llega a España La Revista, un género musical de teatro muy vinculado al cuplé que tanto furor causaba. El brillo y las plumas de las vedettes atrajeron a muchísimos homosexuales, que no dudaron en travestirse y actuar como una más en muchos números. Todo esto continuó en el siglo XX, la época de esplendor de este género gracias a las divas favoritas del momento como La Argentinita, La Bella Chelito o La Goya. En medio de este contexto aparece la figura de Álvaro Retana. Un joven deslenguado de familia acomodada que vivó por estos ambientes, diseñando muchos de los trajes que las vedettes lucían en sus espectáculos y componiendo canciones. Sus novelas son una importante fuente de documentación para imaginar y vislumbrar ese transformismo tan frecuente en estos ámbitos. El propio Retana no tenía reparos en autodenominarse “un buen imitador del sexo de Eva”. En sus apariciones públicas no fueron pocas las veces en las que se presentaba ataviado con kimono, cejas muy depiladas y labios pintados a la manera de “boca de piñón”, la moda de la época. Muy comentada fue su aparición vestido con un traje de seda durante una manifestación de proletarias republicanas.

La vida de Álvaro Retana siempre estuvo marcada por el escándalo. Con la Guerra Civil fue condenado a muerte “por rojo y por maricón”, pero gracias a la clemencia de Juan XIII no se llevó a efecto esa sentencia, pasando 9 años en prisión. En estos difíciles años franquistas fue varias veces llamado a declarar por utilizar de forma irreverente símbolos cristianos. Su actitud libre y libertina le causó muchos problemas en este sentido. En una ocasión el fiscal le acusó de beber semen de jóvenes en un cáliz. Ante tal acusación se defendió declarando: “Señoría, yo eso prefiero tomarlo directamente”. Finalmente, como tantos otros, murió olvidado.

A partir de entonces surge una vinculación muy estrecha entre travestismo, espectáculo y farándula que llegará hasta nuestros días. En años aún de la dictadura eran muchos los lugares donde las travestís despistaban a la censura y actuaban. “El Molino” en Barcelona fue uno de los más famosos.

Durante todo el transcurso del siglo XX asistimos al desarrollo y evolución del Cine. El séptimo arte optó en muchos casos por una temática relacionada con este fenómeno. Ya desde los inicios en el cine mudo Charles Chaplin se vistió de mujer en alguna película. A él le siguieron muchísimos nombres. Desde el blanco y negro hasta el color el travestismo ha sido la base de muchos títulos muy reconocidos y famosos. Podríamos empezar con los papeles de Tony Curtis y Jack Lemmon en “Con faldas y a lo loco” y terminar con “Priscilla, Reina del desierto”, protagonizada por un grupo de travestís fans de ABBA. Pero no sólo de historias ficticias se alimenta el Cine, también se versionaron y adaptaron casos reales. Como ejemplo podríamos citar a “Mulán”, producida por la factoría Disney.

En el cine español vemos algunos casos en películas de los 70. El factor travestí en estos casos adquiere matices burlescos, como podemos ver en alguna interpretación de Paco Martínez Soria. Sin duda, uno de los que mejor ha tratado este tema ha sido Pedro Almodóvar que ha conseguido que este tipo de personajes sean característicos en su trayectoria. El último pudimos verlo de la mano de un soberbio Javier Cámara en “La Mala Educación”. Otros directores optaron por retratar a travestís reales, como el caso de Ventura Pons con José Pérez Ocaña.

El mundo de la Revista tuvo una competencia muy importante: La Copla. Los años 60 y 70 estarán marcados por las grandes damas de la copla que tuvieron su versión en travestí. Sara Montiel en el cuplé y Marifé de Triana junto a Lola Flores en la copla serían las preferidas. La propia Lola confesaba en su testamento oral redactado durante su intervención en “Cantares”: "Cuando me muera quiero que me pongan en el teatro Calderón para que todas las mariquitas, que me quieren mucho, vengan a verme".Paco España fue uno de los pioneros en la España de la transición. Aparecía en televisión y en películas como “Un hombre llamado Flor de Otoño”. Son los años de los locales especializados en espectáculos de travestís siempre en las zonas más undergorund de las ciudades, como el Gay Club o el Centauros en Madrid. Pero sin duda, la que más fama obtuvo fue La Esmeralda de Sevilla.

En una difícil Sevilla nace La Esmeralda. Pronto gozó de gran popularidad por su carácter alegre y dicharachero. Sus espectáculos de copla y chistes estuvieron marcados por la transgresión. La Esmeralda se convirtió en uno de los rostros populares de la televisión y también del cine, puesto que cuenta con una película autobiográfica. Por tener, tiene hasta imitadoras hispanoamericanas.

Años después, ya a principios de 1980 hace su aparición el sevillano artista José Pérez Ocaña. Pintor de brocha gorda en su localidad de Cantillana, un buen día decidió marcharse a Barcelona, donde se convirtió en fundamental de su historia cultural underground, alternando la cal con sus escandalosas reinterpretaciones marianas. Allí era frecuente verlo travestido llamando siempre la atención. José Pérez Ocaña muere precisamente travestido, cuando en 1983 en su pueblo natal un niño incendió con una bengala el traje de Dama de las Camelias que llevaba.

Durante los 80 el optimismo y las ganas de cambiar y hacer cosas nuevas fue un importante empuje para las travestís. En estos años llega a España la travestí más famosa: Divine. Glenn Milsteald fue un joven nacido en Baltimore. Desde siempre sintió que era diferente, por lo que siempre fue víctima de rechazos e insultos. Siendo adolescente comienza a travestirse y a prepararse como actor. Poco a poco se fue haciendo de una fama hasta que su rostro ocupó la portada de la revista Life. Su pelo a lo Taylor, su maquillaje exageradísimo y su forma de comportarse y vestir fijó la base estética travestí que incluso hoy reina. A España llegó en torno a 1984, aquí muchos jóvenes se arrodillaron ante ella, posó desnuda para Pablo Pérez Minguez y actuó en varias ocasiones, una de ellas en el programa “La Edad de Oro”, conducido por Paloma Chamorro.

La Movida que se produjo en el Madrid de principios de los 80 también estuvo muy marcada por el factor travestí. Ejemplo de ello fue el dúo musical constituido por Pedro Almodóvar y Fabio Mcnamara. Ataviados con pelucas, batas de guatiné, collares de plástico y mucho maquillaje la pareja cantaba uno a uno sus hits en unos espectáculos inéditos en España hasta entonces. Pedro iniciaría esa estética bizarra al combinar sus atuendos femeninos con sus rasgos viriles como su bigote o vellos en el pecho. Fabio, la Fanny, estaba continuamente travestido, lo que le ocasionó graves problemas con miembros de Fueza Nueva cada vez que iba a visitar a sus amigos Costus.

Además en estos años se implantaría en nuestro país el paso más allá del travestismo, hablamos de las primeras transexuales nacionales. Aquellas quienes ya no se conforman con vestirse de mujer y adoptar sus roles, sino que deciden someterse a una operación de cirugía. Como ellas mismas confiesan, son mujeres nacidas con cuerpo equivocado.

Con los 90 el fenómeno travestí se convierte en cotidiano. No es nada extraño encender la televisión y ver alguna travestí. Ya en los años 80 era más que frecuente ver a un Javier Gurruchaga continuamente travestido. Muchas de estas travestís terminaron operándose, convirtiéndose en transexuales. Una de las más famosas fue Cristina, conocida como “La Veneno”. Su rostro fue uno de los más populares en la España de mediados de los 90. La deslenguada Veneno aparecía noche tras noche en el programa “Esta noche cruzamos el Missisipi”, siempre impresionante, vestida con provocativos diseños de Pepe Rubio. Otras fueron famosas a niveles de locales nocturnos, como Carmen de Mairena o Tina Cristal y Vicky Aranda en Sevilla.

A nivel internacional el travestismo incluso era una forma estética a seguir, el caso de la imponente Ru-Paul es muy llamativo. Su bello rostro fue la imagen de la prestigiosa casa de cosméticos MAC. Otras adoptaron papeles más reivindicativos y luchadores en países que no atravesaban una buena situación, como por ejemplo Alejandra Bogue o Ruva Duval en México. El travestismo ya tenía una estética particular y muy propia, que años atrás ya habían adoptado cantantes, como el ambiguo David Bowie o Boy George, anunciando lo que otros hacen hoy, como Marilyn Manson

Los noventa terminaban con un triunfo claro por parte de las travestís. Muy representativo es el caso de Dana Internacional. La joven israelí comenzó como travestí hasta convertirse en transexual. Por este motivo era perseguida por sectores fundamentalistas de su país, llegando incluso a estar amenazada y prohibida. Su victoria llegó con su triunfo en el festival de Eurovisión con la canción “Diva”.

También esta última década ofreció otra forma de travestirse. Hablo de las Drags-Queen. Se trata de una indumentaria basada en atuendos femeninos, pero donde todo se exagera al máximo. Estarán más ligadas al mundo de la noche, en especial a las discotecas. Este fenómeno quizá deba estar más relacionado con el Transformismo.

En estos años actuales aparecen travestís increíbles, cuyas actitudes rompen por completo los límites de cualquier definición posible. Travestís ligadas al mundo del arte, travestís muy transgresoras y originales. Algunas como La Prohibida llenas de modernidad, otras como Nacha La Macha que saben combinar a la perfección la tradición con la modernidad, llegando a tener una forma de ser propia y muy particular. Es una de mis preferidas. Muchas incluso juegan a combinar rasgos masculinos con los femeninos, dando como resultado una apariencia muy bizarra, por ejemplo podría citar a las divertidas Fellini o Feldene-Flesh.

Cantantes y otras personalidades de la cultura adoptaran la estética y las actitudes de estas travestís, ya antes comenté el caso de Marlyn Manson. En España podríamos hablar de Arrakis (siempre sorprendente e interesante), Nancys Rubias, etc.

El auge y el éxito es tan enorme que desde el año 2003 hasta el 2006 se han venido celebrando en Madrid los festivales “En Plan Travestí”, donde tienen cabida todo tipo de artistas.

Sirvan estas líneas para expresar la admiración y veneración absoluta que siento por el colectivo travestí y transformista. El título “Con los tacones de mamá…” va dedicado a ese tierno momento en que los niños, escondidos en el cuarto de baño o la habitación comienzan a dar rienda suelta a sus deseos cuando empiezan a ponerse las ropas de su madre y el maquillaje de su hermana mayor… La travestí nace…. Sé que por ignorancia y brevedad no cito todas las que deberían estar. Eso os lo dejo a vosotros....

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